sábado, 23 de junio de 2018

Las Mujeres de Humo



Los sabores, aromas y tradiciones de la gastronomía totonaca mantienen su vigencia gracias a Las Mujeres de Humo, quienes cuentan con más de 500 recetas que sus ancestros les han heredado.
Flores del campo, el maíz, el mole, las aguas de frutas, el conejo, frijoles y nopales son sólo algunos de los ingredientes que Martha Soledad Gómez Atzin, cocinera tradicional, y un grupo de mujeres utilizan para darle forma a los platillos que han deleitado miles de personas.


Gómez Atzin es la coordinadora del Nicho de Aromas y Sabores y coordinadora de la Escuela-Casa de Comida Tradicional del Centro de Artes Indígenas del Parque Takilhsukut que año con año reciben a miles de visitantes en la celebración de Cumbre Tajín.

“Este año ha sido un reto muy grande porque quitamos un menú donde se hacía una gran muestra gastronómica de la cocina tradicional totonaca y presentamos solamente algunos platillos que para nosotras han sido los predilectos durante las 15 Cumbres pasadas y decidimos trabajar con estas recetas”, apuntó Martha.

En ediciones pasadas, Las Mujeres de Humo mostraban a los miles de visitantes un menú diferente en los cinco días del encuentro cultural y musical, que tiene como finalidad enaltecer a la cultura totonaca en todos los aspectos.

“Teníamos de entrada sopas de frijol, de nopales, de flores del campo: diferentes platos fuertes como conejo, costilla, cecina y bebidas diferentes de cuatro o cinco sabores pero tuvimos que hacer un cambio.

“No estamos con mucho tiempo para poder estar haciendo tanto esfuerzo, nos limitamos a un número pequeño pero tratando de mantener abierto Aromas y Sabores”.

“Se cambiaban a diario, el menú solo con zacahuil, bocoles rellenos de chorizo, tamales corrientes, mole, pollo a las brasas con enchiladas espolvoreadas, agua de horchata y jamaica, en la tarde antojería que se acompaña con aguas de fruta y buñuelos de camote bañados con miel de vainilla”, apuntó la cocinera.

Cuando este grupo liderado por Martha comenzaba a gestarse, buscaron un nombre que encerrara realmente la idea de las ancestrales cocineras, por ello adoptaron el nombre de Mujeres de Humo.

Según relatan, las cocineras tradicionales nacen, crecen, viven y mueren en una cocina y si te acercas a ella emanan el aroma de humo.

“Cuando hicimos y formamos el equipo de maestras, buscamos la necesidad de ponerle un nombre y yo quería que fuera un nombre representativo para todas y fue ese en honor a nuestras abuelas, a nuestras nanas tradicionales que ya se fueron y que nos dejaron estas tradiciones de la cultura totonaca y de la gastronomía”.

Gracias a sus buenas prácticas, Las Mujeres de Humo han participado en varios foros gastronómicos, además son invitadas por los jóvenes a las escuelas culinarias para ayudarles a concluir sus tesis e investigaciones.

“Los jóvenes que están llevando el arte culinario, necesitan saber las raíces de la cocina tradicional y es lo que estamos tratando de hacer, que sepan cuál es la base de la cocina, la cultura, los utensilios, la forma de los cocimientos, las diferentes formas de la comida.

“El calendario gastronómico, las comidas rituales, los alimentos que sanan el cuerpo y el alma y eso es lo que tratamos de sembrar, esa semilla en sus corazones que cuando tengan sus licenciaturas tengan buenas cosechas”, apuntó.

En la Escuela-Casa de Comida Tradicional tienen 25 alumnos, algunos de ellos ya están listos para dar algunos talleres como el de “Los senderos del maíz a la tortilla” que culminó hace poco.

fuente: www.en-vivo.mx

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