En los últimos años ha sufrido pocos cambios esta fuente, uno de estos son las lamparas led que iluminan con 4 colores diferentes de cambiando cada cierto tiempo.
Es un lugar muy tranquilo en el que se puede pasar un buen momento familiar, donde los niños disfrutan de los chorros de agua que suben y apuntan hacia el centro de la fuente.
En algunas ocasiones aquí llegan los vendedores de algodones de azúcar y algunos que venden palomitas.
En las tardes se escucha el trinar de las aves que llegan a sus nidos y ramas a pasar la noche en el que recordamos que siempre han estado ahí estas miles de aves acompañando a la fuente cada tarde del año.
Fotos: Luis Gonzalez
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